Estudio prospectivo sobre el uso de sonda caliente en el tratamiento del sangrado rectal crónico debido a proctitis por radiación
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Derechos de autor 2022 Aldo Quingalahua, Ernesto Paladines, Francisco Mendoza, Iván Nieto, Juan Tanca

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Palabras clave:
Telangiectásias, Heater Probe, proctitis, hematoquesia crónica, sangrado rectalResumen
Introducción: Varios tipos de terapia se han intentado para tratar de controlar el sangrado rectal crónico producido por las telangiectásias post-radiación, pero la mayoría ha sido ineficaz; dentro de la terapia endoscópica con el uso de la sonda caliente (Heater Probe) se han obtenido buenos resultados; es así que uno de nuestros objetivos en el presente trabajo es evaluar la eficacia de la sonda caliente como tratamiento del sangrado rectal crónico por proctitis post-radiación y proponerla como alternativa para su tratamiento.
Materiales y Métodos: Una muestra de 20 pacientes con antecedentes de irradiación por neoplasia en pelvis, que se complicaron con hematoquesia crónica y recurrente debido a telangiectásias en recto, ingresaron al estudio. Una Colonoscopia total hasta ciego excluyó otras causas de sangrado, luego se procedió a electrocoagular con sonda caliente 15 a 20 joules aplicando una presión ligera y directa sobre la lesión; se trató de coagular el mayor número de telangiectásias por sesión. Se realizó controles endoscópicos cada cuatro semanas y la respuesta al tratamiento se catalogó como buena, moderada y regular, en base al control del sangrado rectal, disminución de los requerimientos de transfusión de glóbulos rojos, desaparición de telangiectásias en recto y número de sesiones para conseguir éste fin. Se utilizó Vídeo endoscopio Olympus CF-VI, Sonda caliente Olympus HPU.
Resultados: Ningún paciente tuvo lesiones más proximales en colon, se electrocoagularon entre 7 y 15 telangiectásias por sesión, no hubo complicaciones durante el procedimiento, ningún paciente requirió intervención quirúrgica. Dieciseis pacientes (80%) presentaron buena respuesta, controlando el sangrado rectal en la primera o segunda sesión, no requirieron transfusión sanguínea y desaparecieron las telangiectásias en la cuarta sesión. Tres pacientes (15%) presentaron respuesta moderada, controlando el sangrado rectal en la cuarta sesión, no requirieron transfusión sanguínea y desaparecieron las telangiectásias en la séptima sesión. Una paciente tuvo regular respuesta (5%); en forma ocasional presenta hematoquezia mínima, ameritó transfusión de glóbulos rojos en una ocasión y para coagular la mayoría de las lesiones se han realizado nueve sesiones.
Conclusiones: El uso de electrocoagulación mediante sonda caliente para el control del sangrado rectal crónico producido por telangiectásias post-radiación ha demostrado alta eficacia y seguridad, por lo que se recomienda como alternativa de tratamiento de esta patología de difícil control.