Resumen
El objetivo principal del trasplante hepático es mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades graves del hígado. Es por ello que este tratamiento debe indicarse cuando la probabilidad de supervivencia del paciente tras ser sometido a trasplante hepático sea claramente superior a la esperada con el tratamiento convencional, o cuando su calidad de vida como consecuencia de su enfermedad hepática es inaceptable.
Dentro de las indicaciones del trasplante hepático han de tenerse en cuenta tres aspectos fundamentales: las enfermedades hepáticas subsidiarias de tratamiento mediante trasplante, el momento adecuado para la realización del mismo y las contraindicaciones de este procedimiento.
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Derechos de autor 1998 Isabel Cirera, Miguel Navasa